Características de la técnica

La imagen del tensor de difusión es una técnica de resonancia magnética que puede ser utilizada para caracterizar las propiedades del proceso de difusión de las moléculas de agua en los tejidos. Por ejemplo, la difusión del agua en el parénquima cerebral es de tipo anisotrópica, debido a que no se produce por igual en todos los planos del espacio. Estas secuencias de resonancia pueden ser utilizadas para visualizar la anatomía y la integridad de los tractos de distintas fibras de sustancia blanca, lo que se denomina tractografía.

Las aplicaciones de la técnica de tractografía son múltiples, siendo la aplicación clínica más extendida la planificación prequirúrgica en la resección de tumores cerebrales. Ésta permite cuantificar la proximidad de un tumor a los tractos elocuentes de sustancia blanca, mejorando así la precisión en la valoración del riesgo quirúrgico y aportando una valiosa información sobre la posible vía de acceso al tumor. También es utilizada en casos de infarto cerebral, tanto para la evaluación de la degeneración walleriana secundaria como para el pronóstico de su evolución, por su capacidad de valorar la integridad de los tractos de sustancia blanca adyacentes al área isquémica. A su vez, esta técnica es implementada en casos de pacientes epilépticos que presentan alteraciones estructurales convirtiéndola en una herramienta útil en la monitorización de la progresión de la enfermedad. El empleo de la técnica de tractografía en pacientes con esclerosis múltiple permite tanto la cuantificación de placas y el estudio de vías adyacentes como el análisis de áreas aparentemente normales en estudios de resonancia magnética convencional. Estas áreas “normales” pueden revelar una reducción de la anisotropía e incremento de la difusión, lo que implica un un daño estructural que no es detectado con otras técnicas de imágenes.

La aplicación clínica más extendida es la planificación prequirúrgica en la resección de tumores cerebrales. Permite cuantificar la proximidad de un tumor a los tractos elocuentes de sustancia blanca, mejorando la precisión en la valoración del riesgo quirúrgico y aportando una valiosa información sobre la posible vía de acceso al tumor. También es utilizada en casos de infarto cerebral, tanto en el pronóstico, por su capacidad de valorar la integridad de los tractos de sustancia blanca adyacentes al área isquémica, como en la evaluación de la degeneración walleriana secundaria a un infarto cerebral. En casos de pacientes epilépticos que presentan alteraciones estructurales en los hipocampos. Para la evaluación del tracto piramidal en la esclerosis lateral amiotrófica, convirtiéndola en una herramienta útil en la monitorización de la progresión de la enfermedad.

A continuación se describen algunos tractos que pueden ser segmentados con esta técnica:

Cingulum

El giro cingulado, también conocido en neuroanatomía como giro del cíngulo, circunvolución del cíngulo, giro cingular, o cingulum es una circunvolución o giro en el área media del cerebro que cumple funciones determinantes en la actividad cerebral del sistema límbico. Se encuentra hacia el borde o limbo de la corteza cerebral. Está compuesto por un haz de fibras neuronales que recorren longitudinalmente la sustancia blanca cingulada, conectando porciones del giro cingulado, el lóbulo parietal y el cortex prefrontal con el giro parahipocampal y las estructuras adyacentes del lóbulo temporal.

Tractos corticoespinales

El tracto corticoespinal es una vía motora de sustancia blanca que conecta el cortex con neuronas motoras de la espina dorsal, permitiendo el control del movimiento de las piernas y del tronco. Sus fibras se originan en las neuronas piramidales del giro precentral, en su camino hacia la espina dorsal pasan por diferentes regiones de sustancia blanca (incluyendo la región posterior de la cápsula interna), la porción anterior del pedúnculo cerebeloso, las fibras pontinas longitudinales, la pirámide bulbar y la decusación de las pirámides. En dicha decusación (cruzamiento), algunas fibras cruzan al otro lado de la médula para formar el tracto corticoespinal. Aquellas fibras que no se cruzan se escinden para formar el tracto anterolateral corticoespinal y el tracto anterior corticoespinal.

Cuerpo Calloso

El cuerpo calloso es el haz de fibras nerviosas (comisura central) más extenso del cerebro humano. Su función es la de servir como vía de comunicación entre un hemisferio cerebral y el otro, con el fin de que ambos lados del cerebro trabajen de forma conjunta y complementaria. Es la estructura de sustancia blanca más grande del cerebro, consistiendo en 200-250 millones de proyecciones axonales contralaterales.

Tractos longitudinales superiores

El fascículo longitudinal superior es un tracto de fibras de asociación que está compuesto de cuatro componentes. Está presente en ambos hemisferios y puede encontrarse lateralmente al centro semioval y conecta el lóbulo frontal, occipital, parietal y temporal. Estas fibras axonales pasan del lóbulo frontal a través del opérculo hacia la porción posterior del surco lateral donde irradian hacia neuronas del lóbulo occipital o giran hacia el putamen para luego adentrarse en el lóbulo temporal.

Correo electrónico

info@paim.com.ar

Facebook

PAIM.arg

Teléfono

+54.9.11.6169.2192